No soporto los dias que sin ti no estoy contigo en un mundo imperfecto en el que lo perfecto no es apreciado como el diamante que es. Eso eres tu, un diamante en bruto sacado de las más absurda casualidad. De lo absurdo hicistes lo sublime. El amor dura tres dias y tres cuartos pero tu y yo duramos una eternidad, nuestra amistad. Musa de mis palabras que con ella quiero hacerte eterna. Eterna de noche,eterna de dia. Solo ante ti, desnudo mi melancolia. Y se nos van, y a veces se te mueren los sueños y yo solo quiero abrazarte, despeinarte y quizás, solo quizás arrancarte unas sonrisas. Puede que la capacidad de quererte en la distancia radique del fuerte lazo con el que te atas los zapatos. Los que te acompañan todos los dias, los que pisas fuerte, los que limpian brisas.
La imprudencia de echarte de menos cuando la costumbre de no verte se vuelve diaria y hace que recuerde que, cuando extiendo una mano, en el otro lado hay el reflejo de la tuya que también se extiende hacia donde yo esté. Grita, grita alto y fuerte, y siempre, siempre, siempre, por ti estaré.
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