lunes, 21 de julio de 2014

Sin presente ni futuro

Nunca fui para tu mañana. Comprendí esto cuando otros me trataron con ese tiempo verbal. Un tiempo que no es un esfuerzo sino un placer y una necesidad cuando quieres de una forma sincera y real.
Nunca fui futuro. Nunca me vestistes de blanco y nunca compartimos los mismos cuchillos más que espontaniamente cuando nos quisimos callar. Afilamos las lanzas sin lanzarnos hacia ninguna parte porque tu negatividad envolvió nuestro devenir. El no de negativo y el efecto nube negra que provocó en mi distorsionada y atipica mente me dejó en el borde del abismo. Fuí y volví para escribirte mientras veo como tratas a quien nunca te esperó como yo lo merecía.
No. Nunca. Y otra vez no. Y la única cama que compartimos fue la que tus padres nos prestaron o mi salario me permitió. Los buenos dias nunca se prolongaron mas de siete consecutivos y los te quiero los tragó un presente en el que me estancastes contigo a la espera de que encontraras algo mejor para tu devenir.
Nunca, jamás, y no. Solo fui tu hoy. Nunca estuve en tu mañana, ni con tus dedos en mi espalda ni con tus ojos desde lejos porque a las personas se las debe juzgar por como te tratan cuando ya no te necesitan, y tu, cuando ya no me necesitastes, me desechastes al contenedor.

Sin presente ni futuro. Eso fui.