domingo, 24 de febrero de 2013

Al mar

Re-vivirte esta muy bien. Déjame que te diga que las opciones eran poco más amplias. Ambos sabemos que no tomamos una copa sin echarnos el mar por encima cada vez que salimos. Creer que la amistad que tenemos es tan profunda como el mar atlantico es engañarse en cada amanecer de sádabo noche. Es más, engañarse empieza a formar parte del juego. Yo te saludo, tu me saludas, nos damos dos besos, brindemos por todo y por nada y acabemos la noche con unos cuantos litros de alcohol de más y unos cuantos deseos en el cuerpo sin cumplir. Esto no es bueno. Las cuentas pendientes empiezan a pesar aunque reconozco que la diversión que crean es sublime. Te tiro el mar, me tiras al agua y al final acabamos cogiendo el barco de socorro.
Algun dia volveremos echando una carrera nadando...

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