sábado, 9 de junio de 2012

Envueltas las palabras

Puede que la lejania pertube un poco mis palabras. Que los principios informáticos hagan enfriar cada sílaba de lo que escribimos. Puede que esperaras más o quizás menos de mí. No te sabria decir. El tiempo es veloz y la calidez escassea en estos mundos turbios rellenos de cemento oxidado. Puede que un detalle envuelto en papel de osos de colores pegados con infinitas tiras de celo para disimular mi torpez habitual te hubiera hecho más ilusión. Puede, aunque nunca me has dado esa impresión. Siempre tienes un aire cultural casi erradicado en esta era fugaz y superflua en la que lo importante no es ni el continente ni el contenido, no es nada porque estamos vacíos.
Me he sentado a pensar varias veces que puedo envolverte, y lo único que se me ha ocurrido es envolverte una retahila de palabras sinsentido. Me suelo perder a menudo, en los textos y en los calendarios. Recuerdo que la semana pasada recordaba que dia era hoy pero no recuerdo que hoy no recordaba que dia será hoy mañana. La mente tienes cosas extrañas pero estoy segura de que lo subrayado para ti no es el cuando ni el como, nisiquiera el qué, sino el porque. Del porque poco te puedo decir que no sepas ya en tu interior. El porque estoy segura que marca la diferencia del aquí y allí. Ahora que estoy lejos comprendo la diferencia de una y otra palabra, y lo importante que es cada una, eso segura que tu también lo sabes ya y no sabes cuanto me acuerdo de ti cuando pienso en ello.
Quiero dejar lo agrio de ambas partes para otra charla, que los dias de celebraciones van goteando y más en estos momentos de crisis en el que los recortes nos quitan hasta el champagne en las buenas ocasiones. Enfin, toda esta berborrea léxica es solo para decirte que alzo hoy una copa desde aquí para mi y desde allí para ti, porque no puedo estar más contenta de compartir contigo cada arruga que te va saliendo con el paso del tiempo. No puedo estarlo más de ver como enzarzas en sonrisas a quien te rodea, abrigas a tus queridos, y marcas en fuego a quien te merece.
Un abrazo y muchas felicidades, desde aquí, y allí, te echo de menos y se te quiere en ambas direcciones.

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