Como...

Como un soplo de aire fresca que cuando te da no sabes si es de los aires buenos o de los que te deja tiritando de excesiva frialdad postrado con estalactitas imposibles de despegarse del corazón atado. Como una ráfaga inesperada fruto de sonrisas oportunas en lugares imperfectos y noches tardías e inexactamente claras. De las que no sabes si te arropan con el manto de sus invisibles brazos para quedarse en forma calorífica intensa o simplemente pasan de largo hasta la próxima parada. De esas que buscas y no encuentras, de las que evitas cuando sales de casa y de las que te hacen acostarte satisfecho de haber abierto la puerta aunque fuera un diminuto instante de tu propia existecia, orgulloso de dar pasos hacia adelante  en el minutero del reloj del tiempo sin saber si también los darás con ello en el minutero del sentir definitivamente de nuevo. Si, como algo tán frágil que viene igual que se va y a la vez tan fuerte capaz de salir en el telenoticias, parar el tráfico y alarmar a los participantes ajenos de otros planos terrenales.
Así fue, o es, o fuistes o quien sabe qué. Incapaz de dar claridad al conjunto nisiquiera con una verborrea de palabras mal cordinadas rebuscadas en una parte mínima del cerebro de alguien en la otra punta de la ciudad, ocupando solo un tanto por ciento del saber ortográfico para desocupar el resto que sigue ensimismado dandole vueltas al porque no deja de pensar en ti.