Llegaste para cambiar mi poesía de género
y los cuentos de la infancia
donde ellas les esperan a ellos porque yo,
ya solo te esperaba a ti.
Y es que fuimos como dos doncellas
que salen de noche, a oscuras y de puntillas
para quitarse a escondidas sus vestidos
y untarse entre caderas,
con sus labios, todo ese carmín.
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